martes, 5 de septiembre de 2017

El caso Vallecas

EL CASO VALLECAS
Estefanía, era una chica de 18 años, cuando, según se cuenta y durante la ausencia de una profesora decidió hacer una sesión de tabla ouija en compañía de unas amigas. Esto sucedió un día de marzo del año 1.991, según los compañeros presentes, otra docente se personifico  de forma inesperada, rompiéndose de este modo el vaso encima del tablero, y según cuentan, de dicho vaso salió un humo negruzco, muy extraño, que se introdujo por la nariz de la joven. 
Esta no era la primera vez que la joven practicaba sesiones de espiritismo con dicha tabla. Anteriormente ya la practicaba, en algunas ocasiones incluso en solitario. Pero fue a raíz de esta última sesión donde empezaron a sucederse una serie de fenómenos y cambios que afectaron a la joven vallecana. Comenzaron a sucederse convulsiones, que la dejaban en una rigidez extrema, con los ojos en blanco mientras solo podíabalbucear unos sonidos leves. 
Los padres de la joven, ante esta situación, la llevaron a diferentes especialistas, pero ninguno pudo dar con la patología que afectaba a la joven. Mientras tanto, Estefanía, aseguraba tener visiones por la noche de un grupo de hombres que rodeaban su cama, con unos rostros inapreciables, y llamándola por su nombre y pidiendo que fuera con ellos. 
Pero la noche del 14 de agosto, la joven sufrió una extraña agonía. Un fuerte ataque se apoderó de ella, y que acabo en catalepsia al cabo de unas horas. En ese periodo de tiempo no paraba de gritar y se convulsionaba desesperada hasta que falleció en el hospital Gregorio Marañón, donde llegó ya en coma. La autopsia posterior, llevada a cabo por el doctor forense D. Pedro Cabeza, no llego a una conclusión clara, a tratarse de una muerte súbita, un tanto sospechosa.
Según los padres, desde el momento del óbito, empezaron a suceder en el inmueble fenómenos paranormales que no cesaban. La voz de la joven llamaba a gritos a su madre y la cama de Estefanía aparecía revuelta sin existir presencia alguna. También empezaron a oírse unas carcajadas de un anciano que retumbaban en las paredes. Concepción, la madre de la joven, aseguró que se trataba de su padre, que justamente había fallecido hacía unos meses antes que su hija, y, quien antes de fallecer prometió que les haría la vida imposible. Según la madre, su padre sentía una aversión por toda la familia y en especial por la chica.
En una ocasión Concepción, colocó harina en todo el suelo de la casa, y al regreso de la familia, encontraron una serie de huellas de zapato de hombre. También, llegó a colocar unos hilos entre las puertas de la casa, y encontrándoselos arrancados a la vuelta. Una noche, la madre, estaba en su cama y llegó a notar que alguien le tocaba las manos y los pies. Todo esto llevó a la familia a colocar una alarma en la vivienda, que llegó a sonar en varias ocasiones sin que hubiese nadie dentro.






Unos días después de estos acontecimientos, las hermanas de Estefanía, vivieron un espeluznante acontecimiento una madrugada. Un quejido las despertó, y al abrir los ojos, una silueta de un hombre, con un rostro blanco y liso, se arrastraba por la habitación, mientras que las muñecas eran lanzadas contra la pared.




La familia después de todos estos acontecimientos, lo pusieron en conocimiento de la Policía Nacional, y pese a los esfuerzos del inspector José Pedro Neri, no se encontraron explicaciones coherentes a lo que estaba sucediendo en ese inmueble. Empezaron a surgir babas, se rompió un crucifijo, empezaron a abrir y cerrarse las puertas del mueble bar o arañazos en un Cristo, hicieron que los agentes fueran testigos de esta serie de fenómenos paranormales. Incluso una noche de difuntos, una fotografía de Estefanía se quemo inexplicablemente. 
Ante estos sucesos y el miedo de los vecinos, quienes se apartaron de la familia. La familia decidió mudarse a otra casa. Las personas que posteriormente habitaron la casa no han experimentado ningún hecho similar.



En su nuevo hogar de los Gutiérrez, se produjeron unos leves fenómenos que se fueron calmando para no volver más. No obstante en el rodaje de una entrevista en la nueva casa por parte de un grupo de periodistas, llegaron a colarse unos audios que decía “no puedo”, déjala, esta tarada” y “ojo, no hemos comenzado”.
Todo esto nos lleva a formularnos una serie de preguntas como si la ouija puede provocar algo así, o si existen los fantasmas, si la muerte de la joven fue por causas explicables o no, o si la sugestión pudo provocar todos estos hechos. Todas estas preguntas nunca las sabremos, la realidad es que este caso quedo constatado en un informe policial y se podría decir que es uno de los expedientes X de nuestro país que ha día de hoy no tienen respuesta.



martes, 14 de febrero de 2017

La extraña aparición del colegio Virgen de Guadalupe

LA EXTRAÑA APARACIÓN DEL COLEGIO VIRGEN DE GUADALUPE

El centro educativo Virgen de Guadalupe está situado en el barrio de San Roque, en la ciudad de Badajoz. Desde su construcción haya por principios de los años sesenta, siempre ha sido un centro de prestigio en toda la ciudad. En la actualidad se imparten clases desde segundo ciclo de educación infantil hasta grado superior de formación profesional.
Hace años, el colegio actual era un internado, el cual daba alojamiento a algunos alumnos que estudiaban allí. En la planta superior de este edificio que esta junto a la autopista, lo que era la antigua N-V, se encontraban las habitaciones de los chicos, se cuenta que cierto día, en una de estas habitaciones,apareció muerto un joven debido a las altas fiebres producidas por el sarampión. En este momento surge la leyenda del espectro del colegio Virgen de Guadalupe.
El extraño caso es que, cualquier persona que haya pasado por la antigua nacional V, a la altura del cruce con la carretera de Corte de Pelas puede haber visto, en algunas madrugadas, una luz encendida en la última planta del edificio. Esta extraña luz se le asocia con la supuesta entidad que habita en este último piso, dicha luz puede verse encendida incluso durante los meses de verano, cuando el colegio permanece totalmente cerrado. 



Lo cierto es que esta última planta permanece, desde hace ya varios años, totalmente cerrada, de hecho el ascensor no llega hasta esta planta cinco, y unas rejas impiden subir por las estrechas y oscuras escaleras, y no hay luz.
Las personas que han podido acceder a esta quinta planta, comentan que es una estancia muy deteriorada, en la que las paredes están en muy mal estado, unas pintadas en las que se ve los estragos del tiempo y otras cubiertas de azulejos. En ese lugar se encuentran amontonadas numerosas camas y sillas, que da la apariencia de un antiguo hospital.
Esta última planta, al parecer es un tema tabú, del cual personal del centro no quiere hablar, como ya he comentado, la planta hace mucho tiempo que está totalmente cerrada a pesar de la falta de espacio.
No obstante sea un caso real o una leyenda urbana que haya circulado desde antaño, lo cierto es que muchos testigos han visto esta extraña luz encendida en la última planta del colegio en las madrugadas.

martes, 7 de febrero de 2017

José Pancho Campo, el pastor que vio al diablo

EL PASTOR QUE VIO AL DIABLO

Esta historia sucedió en la comarca de La Vera, en una fría y sombría noche del mes de febrero del año 1.948, un pastor vecino del pueblo de Garganta la Olla, José Pancho Campo apodado “El Pancho” de unos sesenta años, se encontraba en una pequeña choza de una finca llamada “La Casilla” en las proximidades del pueblo. Cuando en una desapacible noche escucho unos pasos muy ligeros al otro lado de la puerta, que acabaron con una voz silbante de mujer.
José Pancho, que era conocido en toda la comarca por un ganadero muy valiente, salió a la portilla, pensado que alguien se había extraviado en tan desapacible noche. Cuál fue su sorpresa al encontrarse a una extraña mujer. De estatura considerablemente baja, aproximadamente un metro treinta de altura, vestida con unos ropajes negros que cubrían su cabeza con una capucha de igual color, y que no decía nada. El pastor la invito a pasar, puesto que sabía el peligro que corría una persona mayor en una noche tan desapacible por esas laderas.



Pancho, confundiéndola con una monja, le sugiere que se acerque a la lumbre y se caliente. Pero la figura negra se queda de pie en el quicio de la puerta, sin decir ni una sola palabra. Esta actitud extraña al pastor, el cual se gira y le da la espalda para atizar la candela, y cuando se vuelve para insistirle a su visitante que se acerque a calentarse y al resplandor de los leños ardientes por el fuego de la lumbre, observa los  pies de la extraña mujer, quedo espantado el pobre de José Pancho al descubrir que eran pezuñas de chivo lo que asomaban bajo el negro manto que la cubría. El rostro de tan extraña figura continuaba oscuro, y no puede descubrir sus facciones. Con el susto, el Pancho da un paso hacia atrás, y la extraña figura sale de la choza a toda prisa como alma que lleva el diablo, haciendo un gran ruido al chocar en cada paso sus pezuñas con la fría piedra del suelo.



José Pancho, hombre de probada valentía, vuelve al pueblo y desde entonces se cuelga varias cruces al cuello. En la comarca hay quien afirma que Pancho, un hombre capaz de enfrentarse al mismo diablo, enfermó y murió de miedo el año 1.962.



Lo que con certeza ignoraba el pastor es que desde la más remota antigüedad ya se conocen a las lamias, unos extraños seres con cuerpo de mujer y cuyas piernas terminan en pies de cabra, provocando más de un desagradable susto a aquellos que llegan a ver sus extremidades por debajo de sus largas túnicas. 
Esta historia bien podría considerase una leyenda de esta zona cacereña, si no fuese porque la historia trata de un pastor que realmente existió en este pueblo, y hoy en día se puede visitar su sepulcro, donde descansan los restos de José Pancho Campo, el pastor que se cruzo con el mismo diablo. Otra de las peculiaridades de esta historia es su cercanía en el tiempo, esto nos hace que pensar, puesto que se acerca más a una historia real que no ha una leyenda que ha ido pasando de generación en generación. Pero sin valorar la posibilidad de que José inventará la historia, algo difícil debido al sufrimiento que le ocasionó la misma, hay varias preguntas que quedan en el aire, como, ¿Qué vio realmente aquella noche?, fue una alucinación, o tal vez un sueño, o quien sabe a veces lo absurdo se presenta delante de nuestro ojos cuando menos lo esperamos. Nunca lo sabremos. Lo que es realmente cierto es que la conocida honradez del campesino le da credibilidad a su testimonio, puede que la clave de todo este en la ubicación del pueblo donde ha habido sucesos de los más extraños, desde apariciones de fenómeno OVNI, a encuentros con enigmáticos seres. A que se pudo enfrentar José Pancho, o lo que es más inquietante ¿sigue siendo posible encontrarse con ese ser? La respuesta es …si.


lunes, 1 de agosto de 2016

El perro Moro

EL  PERRO MORO

A veces el comportamiento de los animales sorprenden a quienes los rodean, más de una vez ellos parecen haberse adelantado a nuestras necesidades, como si supieran lo que queremos o lo que íbamos a pedir. Pero no solo atentos a sus amos, el comportamiento animal incluso ha llegado a servir para avisar de grandes catástrofes, especialmente en el caso de terremotos.
El caso de Moro, un perro vagabundo fue muy especial a la vez que temido. Nadie dudada en el pueblo de Fernán Núñez, un pueblo cordobés, de su sexto sentido, pero nadie lo quería cerca, por miedo o superstición. Tan especial fue el caso de este perrito que hoy  en día tiene un monumento en la ciudad, tras a  ver asistido a más de 600 entierros de vecinos de todo el pueblo.



El animal siempre sabía de antemano quién iba a morir, su sexto sentido siempre lo guiaba a la puerta de la casa donde iba a producirse una muerte próxima, y allí, pacientemente esperaba a su puerta. Lo curioso del caso, es que su ritual no finalizaba hasta que no había asistido, en el cementerio local, a su entierro. Lógicamente aquella actitud del animal asustaba a todos los vecinos del pueblo que no quería verlo merodeando sus casas, por este motivo en más de una ocasión intentaron echarlo del pueblo. Que se sepa, en al menos dos ocasiones, lo metieron en sendos camiones de transporte sin que lo supieran los conductores. En la primera ocasión, Moro acabo en Granada. En la segunda terminó en Ciudad Real, pero en ambas ocasiones, a los pocos días, Moro volvía a aparecer en el pueblo por su propia pata.
La única vecina del pueblo capaz de acercarse al animal durante varios años y alimentarlo fue la que por primera vez lo vio en un entierro de un familiar. Desde ese momento, lo acogió, por la compañía que en aquel momento tan duro le dio. El animal incluso se acercaba hasta la carretera y más de una vez lo encontraron sentado al borde de la misma, esperando. Al poco rato siempre aparecía por la misma un coche fúnebre.



Fueron 600 casos los que se contabilizaron que el perro Moro fue capaz de predecir, y siempre, hasta el último de sus días, acompañó hasta el último momento a cada uno de los vecinos de Fernán Núñez.
¿Poder extrasensorial? ¿lo que vulgarmente llamamos sexto sentido?, pero el de Moro es sólo uno de los muchos casos de animales en los que se ha constatado que tienen un instinto fuera de los común.

jueves, 7 de julio de 2016

Los fuegos de Laroya

LOS  FUEGOS  DE  LAROYA: EL FENÓMENO DE  LA  COMBUSTIÓN  ESPONTÁNEA  EN  UN  PUEBLO  DE  ALMERÍA

Uno de los casos mejor constatados sobre el extraño fenómeno de las combustiones espontáneas se produjo en el pueblo de Laroya, en la provincia de Almería. Una serie de incendios, aún no muy bien explicados, sembraron el miedo y el desconcierto entre los habitantes de este pueblo. El nombre de este pueblo tiene origen árabe y su significado puede interpretarse por el de hoya, accidente geográfico que indica enclave en hondonada.



El 16 de junio del año 1.945, sin que nadie supiera la causa, ardieron varias casas y enseres en los distintos domicilios de las gentes del pueblo. Uno de los primeros episodios tuvo lugar en las tierras del cortijo Pitango. La ropa de la niña María Martínez prendió de forma inexplicable cuando descansaba en su cama. Esa misma tarde, en el cortijo Francos ardió el trigo y algunos aperos de labranza.
Creyendo que lo que sucedía estaba siendo provocado por gente desaprensiva, durante los primeros días de los hechos se crearon grupos de vigilancia para capturar a los posibles pirómanos. Pronto se descubrió que el origen de todo aquello estaba provocado, según contaron testigos que vivieron aquellos momentos, por unas “bolas de luz blanca o azulada”, perfectamente visibles durante la noche. Surgían de la nada y flotaban en el aire con una intensidad inusitada.
Laroya no tenia en aquellos tiempos de posguerra, ni suministro eléctrico ni dispositivos de combustible o de productos químicos que pudieran explicar o provocar los sucesos que estaban ocurriendo. Durante más de dos meses aguantaron estoicamente aquellos almerienses, tensas jornadas de angustia, miedo e incertidumbre. La prensa de la época daba cuenta de más de cuatrocientos incendios constatados que nadie había podido prever ni evitar. Nada parecía quedarse exento del riesgo de terminar convertido en cenizas.
La guardia civil de Macael fue informada de lo acontecido. Muchos de sus miembros fueron testigos en repetidas ocasiones de los hechos denunciados. Uno de los oficiales, el teniente Antonio Arriba, vio como ardía su abrigo cuando iba a colgarlo en la percha de una de las viviendas que investigaba.





Cuando “los fuegos” se fueron extendiendo por la zona, la prensa nacional se hizo eco de la noticia. El Correo de Andalucia y el ABC incluirían en sus páginas extensos reportajes sobre el evento. Las autoridades se vieron obligadas a tomar cartas en el asunto y enviaron a varias delegaciones de científicos al lugar de lo sucedido para que lo estudiaran y pudieran dar una explicación que calmara los ánimos de la victimas. 
Las instituciones científicas más reconocidas intervinieron en las investigaciones. Podemos citar entre ellas el Centro Geofísico del Consejo Superior de Investigaciones Científicas con el doctor López Azcona Llorente y el meteorólogo Román Samaniegos, el Instituto Sismológico de Almería con el doctor José Rodríguez Navarro y el Servicio de Magnetismo y Electricidad Terrestre del Instituto Geográfico y Catastral. Como responsable de éste último estaba D. José Cubillo Fluiters, empeñado en demostrar que los fenómenos podían explicarse con los recursos que la ciencia tenía a su alcance. Con un complejo instrumental iba de un lado a otro haciendo mediciones y tomando nota de lo que observaba. Sin embarga, el escéptico científico tuvo que ver como todo el equipo ardía delante de sus ojos, sin que nada ni nadie pudiera evitarlo.
Don Jóse Cubillo, se marcho sin poder dar la razón de lo que allí estaba pasando. Sin embargo, en el informe oficial con fecha 30 de junio de ese mismo año, relaciona los motivos descartables:
no han sido originados por actividad volcánica, ni por trastornos geológicos que hayan dado lugar a desprendimiento de materiales de ignición … El origen de los incendios no se halla en manifestaciones internas ni en la superficie del terreno. Tampoco cabe achacar la causa a fenómenos eléctricos ni a la ionización de la atmósfera, ni en efectos térmicos de radiaciones solares. En resumen, no hay causa definida a lo que puede achacarse todos los sucesos ocurridos y debe descartarse, desde el primer momento, toda sospecha de que hayan sido provocados por la mano del hombre.”
Una vez emitido el informe oficial, lo único que parecía claro era que nadie podía explicar lo que estaba pasando en aquel pequeño municipio almeriense. Cuando la reiteración de los incendios dejó de ser noticia, los periódicos dejaron de hablar del acontecimiento, aunque las gentes del pueblo siguieron sufriendo sus consecuencias, durante mucho tiempo después.



El investigador Iker Jiménez Elizari pudo recoger varios relatos de algunos lugareños que aún recordaban detalles que vivieron durante el tiempo que duraron los fuegos. Según los testigos decía, “aquí dentro de la sierra – le confesó uno de los testigos – se vio también una figura rara. Nosotros le decíamos el niño, surgió de aquellos montes, de eso si que me acuerdo”.
Según describen, la figura de un niño que tenía aspecto cadavérico, pequeña estatura y emitía constantemente algo parecido a radiaciones o luces de alta intensidad. 
Cuentan que daba miedo verlo y que no se parecía a ningún ser humano normal conocido.”
Otra historia relacionada con estos sucesos es la de la familia de María Martínez Martínez, conocida como la niña de los fuegos. En varias ocasiones, esta vio como ardían sus ropas. Decidió suicidarse ingiriendo sosa cáustica, su hermano se ahorcará dentro del cortijo y su otra hermana, se precipitaría por un barranco, decidida a poner fin a sus días. Poco después de estas muertes, los llamados fuegos desaparecieron definitivamente, la superstición hizo que se relacionaran con la idea de que ellos fueran los que generaban los fuegos de forma mediumnica.
Como es sabido, estos fenómenos llamados de combustión espontanea se han podido constatar en distintas partes del mundo, son casos celebres la muerte en extrañas circunstancias de CorneliBandis. En Laroya volvieron a producirse en 1.950. Laroya actualmente es un pueblecito encantador, de gentes amables y hospitalarias, que inmerso en un paisaje de leyenda, cuentan todavía, con temor y asombro, una historia singular, de la que fueron protagonistas sus mayores.
Vinculados a estos sucesos se ceunta la leyenda de la maldición del moro Jamá. Pedro Amorós, en su libro Guía de la España misteriosa, investigó sobre ella y no  encontró en Laroya nada que justificara esa tradición. Es posible que tenga su origen en un proceso inquisitorial que tuvo lugar en el pueblo próximo Macael contra un vecino llamado Juan de Benavides. Asoció el fenómeno de los fuegos a señales dirigidas por Mahoma a los infieles cristianos. Fue llevado preso y sus bienes confiscados, ignorándose el castigo que le impusiera el santo Oficio, tanto si fue condenado a ser quemado en la hoguera o el destierro, es posible que Jamá maldijera a sus verdugos.

martes, 5 de julio de 2016

El poltergeist de Enfield

EL  POLTERGEIST  DE  ENFIELD

A finales de agosto del 1.977, la señora PeggyHarper, una divorciada de unos 40 años, acababa de acostar a sus cuatro hijos. Vivian en una casa adosada con tres dormitorios en el norte de la ciudad de Londres, concretamente en la humilde barriada de Enfield. Era casi de noche, cuando Janet de once años y su hermana Pete, de diez, se quejaron en mitad de la noche de que su cama no paraba de moverse, sacudiéndolos de arriba abajo. Tan pronto como la señora Harper acudió alarmada a la habitación de las niñas, los extraños fenómenos habían cesado.



La noche siguiente sobre las nueve y media de la noche, volvió a ocurrir algo que alarmo tanto a Janet como Pete, inmediatamente llamaron a su madre Peggy, habían escuchado unos fuertes ruidos, según decían la silla no paraba de moverse, así que Peggy se llevo la silla del dormitorio para tranquilizar a sus hijos, les dio una vez más las buenas noches y apago la luz, en ese instante ella también pudo escuchar esos extraños ruidos procedentes del suelo de la habitación.  Encendió la luz y observó que sus hijos estaban acostados en la cama y todos los muebles y objetos estaban en orden. Peggyvolvió a apagar la luz, y el extraño ruido comenzó una vez más, oyeron resonando por todas partes de la casa cuatro fuertes golpes, al encender la luz de nuevo la señora Harper observó asombrada que un pesado baúl que había sido utilizado para la mudanza estaba desplazado unos metros de su sitio, fue entonces cuando supo que no eran sus hijos los que producían, al menos físicamente, esos fuertes ruidos. Seguidamente la señora Harperempujó el baúl contra la pared y al girarse para salir de la habitación el baúl volvió a moverse quedando exactamente en la posición anterior. Esta segunda vez ocurrió mientras estaban presentes y con la luz encendida, era imposible que hubiera podido moverse solo.






La señora Harper recuerda horrorizada el miedo en los niños, sus gritos desesperados por salir de sus camas e ir abajo. Viendo que las luces de los vecinos estaban encendidas, la señora Harper, todavía con ropa de cama llamó a la puerta de al lado para que sus vecinos le ayudaran a registrar la casa y el jardín pero no encontraron a nadie. Pero instantes después también oyeron los golpes en las paredes que se repetían durante cortos intervalos. A las once de la noche llamaron a la policía, ellos también pudieron escuchar los golpes, un oficial incluso decía que una silla se movía inexplicablemente por toda la casa y firmaron posteriormente una declaración escrita para confirmar los acontecimientos. Al día siguiente los fenómenos continuaron, se pudieron ver juguetes volar por la habitación de los niños. Estos sucesos se convirtieron en tónica habitual durante los siguientes tres días, parecía que nadie les podía ayudar, entonces, la señora Harper y sus vecinos fueron con la prensa. El Daily Mirror envió a un veterano redactor, George Fallows, aun fotógrafo, Graham Morris, y a un reportero, Douglas Bence, después de estar en el interior de la casa durante varias horas no sucedió nada, parecía que todo había cesado, los reporteros decidieron marcharse y cuando casi estaban en el coche los llamaron, y al regresar a la vivienda pudieron observarpersonalmente el fenómeno, un ladrillo de lego golpeó en la frente del fotógrafo mientras intentaba tomar una instantánea.
Más adelante, cuando el fotógrafo reveló la fotografía notó que tenía un inexplicable agujero y que el ladrillo volador que le golpeó no podía ser visto por nadie. Fue entonces cuando George Fallows llamó al SPR (sociedad para la investigación psíquica), inmediatamente llamarón a Maurice Grosse, uno de los miembros residente en la zona norte de Londres.
El 5 de setiembre, una semana después de comenzar los fenómenos, Grosse llegó a la casa, pero durante los días siguientes no ocurrió nada fuera de lo común. Entonces el 8 de setiembre, mientras que Grosse y los periodistas vigilaban la casa expectantes, algo ocurrió, fue entre las diez y las once de la noche, oyeron un fuerte golpe en la habitación de Janet. Al subir descubrieron que la silla de la habitación estaba suspendida en el aire a un medio metro del suelo, janet se encontraba dormida. Pero una hora más tarde volvió a suceder y esta vez el fotógrafo Morris estaba preparado y capturó el acontecimiento en su película. Grosseexperimento en ese momento varios sucesos paranormales, vio como las puertas se abrieron solas, sintió una fría brisa que recorría su cuerpo y uno de los juguetes voló sin que nadie los lanzara.
El 10 de setiembre, el caso del poltergeist de Enfieldsalió en la primera página del periódico Daily, pronto la radio LBC de Londres se hizo eco de la noticia y esa misma tarde, Grosse, la señora Harper y sus vecinos participaron en un programa de TV.
Los fenómenos continuaron, había interferencias en los sistemas eléctricos de la casa, los objetos desaparecían y aparecían inexplicablemente horas después, las grabaciones de los reporteros de la BBC se borraban misteriosamente, una cámara de infrarrojos instalada en secreto en el dormitorio apareció completamente averiada. Grosse pronto se unió a la investigación con el escritor Lyon Playfair y los dos pasaron los siguientes dos años estudiando el caso, hasta que finalmente los sucesos cesaron. Durante este tiempo que el fenómeno se mostro, los golpes en las paredes y suelo de la vivienda se convirtieron en habituales cada día, los muebles se movían y eran lanzados escaleras abajo, los cajones de los muebles salían disparados, los juguetes y otros objetos volaban por la habitación, misteriosos charcos de agua se encontraban en el dormitorio, surgían de la nada brotes de fuego que se extinguían inexplicablemente sin dejar rastro de quemaduras, cortinas que se retorcían como si fueran sacudidas por el viento cuando todas las puertas y ventanas de la casa se encontraban cerradas, incluso sucedieron casos de levitación humana. Janet aseguraba haber sido tomada y arrojada al aire por una entidad invisible (esto está atestiguado por los vecinos).
Ambas muchachas decían que la fuerza invisible las sacaba de la cama y Janet aseguró que la cortina del lado de su cama se retorcía varias veces en espiral y se le arrollaba en el cuello intentando estrangularla, esto fue confirmado por su madre que fue testigo del suceso más de una vez.
Uno de los fenómenos que más sorprendió a los investigadores fue una voz extraordinaria, áspera y masculina que salía de la garganta de Janet, ésta decía que en esos momentos no ejercía ningún control sobre su propia voz y entraba en trance. La voz decía que pertenecía a varias identidades y hablaba a menudo en lenguaje obsceno. 
Una de estas identidades aseguraba que había muerto en esa misma casa. Esta era la única voz que podían verificar, la conclusión fue que se trataba de un hombre que había muerto años atrás en esa misma casa, y de este acontecimiento no sabían nada ningún miembro de los Harpers. Continuando con su afán por buscar ayuda llegaron psiquiatras y doctores locales para estudiar a Janet y saber si padecía alguna enfermedad mental, tenía una segunda personalidad o quizás había realmente una entidad paranormal. Maurice Grosse comento a los especialistas sobre la sospecha de que esas extrañas voces no parecían pertenecer al espectro vocal de Janet, pero estos le contestaron que todos tenemos un segundo registro de voz que si se entrena adecuadamente podemos llegar a utilizarlo, pero para producir una voz tan grave y profunda, como la que producía Janet, el proceso podría llegar a ser muy costoso y doloroso. Esta teoría pronto fue sostenida por una grabación de la voz con un laringógrafo (los patrones de los registros dejaban ver las frecuencias de las ondas que pasaban a través de la laringe). Sin embrago para producir esta profunda y grave voz durante tan largo periodo de tiempo naturalmente debería tener consecuencias en la voz normal de Janet, pero la voz de la niña no parecía afectada en absoluto.
Grosse concluía que la misteriosa fuente de actividad del poltergeist parecía tener inteligencia, puesto que obtenía respuestas a preguntas simples (tal como ocurrió en la casa de las hermanas Fox) mediante golpes secos o raps, un golpe seco para contestar con un no y tres para contestar con un si. Durante una de las sesiones, Grosse preguntó cuántos años había vivido la supuesta entidad en la casa, la contestación llegó a 53 raps.
Janet pasó seis semanas en Maudsley Hospital de Londres Sur donde experimentó pruebas precisas para detectar cualquier anomalía tanto física como mental, pero no se encontró nada y durante ese tiempo la actividad poltergeist de la casa cesó completamente.
Expertos como el profesor Hasted, jefe del departamento de física de la universidad de Birkbecky varios investigadores más del SPR concluyeron al final que toda la supuesta actividad paranormal era fruto del engaño de Janet.
Una cámara de video puesta en secreto en el dormitorio filmó a Janet doblando cucharas e intentando doblar una barra de hierro con las manos. Ella fue también vista saltando de arriba abajo sobre la cama, de donde ella diría más tarde que fue lanzada.
A pesar de cómo concluyó este caso, allí parece haber fuertes pruebas que concluyen que los fenómenos iníciales que acontecieron en la casa eran genuinamente paranormales…

martes, 14 de junio de 2016

Los suicidas de Terrassa

LOS SUICIDAS DE TERRASSA

Últimamente edificios oficiales y hospitales abandonados se han puesto de moda, los investigadores del misterio se acercan a estos lugares marcados por la tragedia para buscar respuestas a estos fenómenos desconocidos e inexplicables para la ciencia. No cabe duda que existe una relación entre estos determinados fenómenos paranormales y los lugares que arrastran muerte, dolor y sufrimiento. Quizá este sea el motivo por el cual los investigadores de estos fenómenos nos empeñamos en visitar lugares como hospitales o antiguos edificios repletos de ese extraño alo de misterio, sin embargo existen otro tipo de lugares donde la tragedia también está presente, porque pasan desapercibido por su falta de concurrencia, ya que suelen estar aislados o en zonas donde está cortado, como es el caso que nos ocupa este articulo.







El antiguo apeadero de Torrebonica, está a unos pocos kilómetros de Terrassa, es conocido dentro de la ufología y parapsicología por un extraño suicidio que ocurrió un 20 de Junio del 1.972, donde dos ufólogos, Juan Turó Valles y José Felix RodriguezMontero, decidieron supuestamente atentar contra su vida tumbándose en ese tramo de vía para que el tren acabara con su vida. Esta trama no se ha llegado a esclarecer del todo, ya que existen teorías alternativas al suicidio, como la posibilidad de que pudiera tratarse de un asesinato ya que indicios en el lugar de lo ocurrido parecen indicar esta posibilidad, sin embargo el caso se cerró catalogándose como suicidio. 



Este acontecimiento marco un hito en la ufología española, que tiempo después el director de cine Oscar Aibar, llevo a la gran pantalla esta historia truculenta con el nombre de “Platillos volantes”donde se mezcla la ufología, la política y el estado mental de uno de los personajes obsesionados por el tema de los ovnis.
Los hechos aquel 20 de junio del año 1.972 sucedieron así según la crónica de la investigación. Alrededor de las seis de la mañana, un operario de la estación, hoy abandonada, de Torrebonica, se aproxima al lateral de la vía después de encontrar un bulto sospechoso. Al caminar unos pasos se da cuenta de que es un hombre que esta decapitado y que unos dos metros más adelante hay otra persona también decapitada, ambos sujetos tienen una nota en la que se puede leer, “los extraterrestres nos llaman, pertenecemos al infinito…”
Pero, ¿Quiénes eran estos individuos? ¿Por qué había decidido acabar con su vida de esa forma? ¿Por qué en ese lugar? ¿Y por qué esa nota? Un cumulo de preguntas que intentaremos ponerle respuesta.
Uno de esos cuerpos era el de Juan Turo Vallés, un joven de 21 años de edad. El otro era José FelixRodriguez Montero, de 47 años de edad. Los dos eran ufólogos y lo más sorprendente amigos de tan solo tres semanas. Cada uno, en sus respectivas casas, disponían de una amplia biblioteca y lo más asombroso era que al llegar la policía a ambas casas se encontraron notas en las que decían que donaban sus respectivas bibliotecas al grupo, a qué grupo se referían.
Se cree que el detonante de esta decisión pudo ser la experiencia que tuvo José Felix RodriguezMontero cuando visito Tivisa, zona de supuesta aparición ovni. Esta experiencia pudo ser la causante para tomar esta decisión junto a Juan Turo Vallés. 
Pero también hay una serie de preguntas que la investigación no calibro antes de cerrarla, como pudo ser la nota que apareció junto a los cuerpos y que extrañamente con el atropello del tren no volólejos de la escena del supuesto suicidio. ¿Pudo ser un asesinato? Eso nunca lo sabremos. Estamos hablando de una época, principios de los años setenta, en que el fenómeno ovni estaba en auge, y no era muy bien visto por los gobernantes de la época.  A día de hoy, todavía se manejan estas dos hipótesis.