lunes, 1 de agosto de 2016

El perro Moro

EL  PERRO MORO

A veces el comportamiento de los animales sorprenden a quienes los rodean, más de una vez ellos parecen haberse adelantado a nuestras necesidades, como si supieran lo que queremos o lo que íbamos a pedir. Pero no solo atentos a sus amos, el comportamiento animal incluso ha llegado a servir para avisar de grandes catástrofes, especialmente en el caso de terremotos.
El caso de Moro, un perro vagabundo fue muy especial a la vez que temido. Nadie dudada en el pueblo de Fernán Núñez, un pueblo cordobés, de su sexto sentido, pero nadie lo quería cerca, por miedo o superstición. Tan especial fue el caso de este perrito que hoy  en día tiene un monumento en la ciudad, tras a  ver asistido a más de 600 entierros de vecinos de todo el pueblo.



El animal siempre sabía de antemano quién iba a morir, su sexto sentido siempre lo guiaba a la puerta de la casa donde iba a producirse una muerte próxima, y allí, pacientemente esperaba a su puerta. Lo curioso del caso, es que su ritual no finalizaba hasta que no había asistido, en el cementerio local, a su entierro. Lógicamente aquella actitud del animal asustaba a todos los vecinos del pueblo que no quería verlo merodeando sus casas, por este motivo en más de una ocasión intentaron echarlo del pueblo. Que se sepa, en al menos dos ocasiones, lo metieron en sendos camiones de transporte sin que lo supieran los conductores. En la primera ocasión, Moro acabo en Granada. En la segunda terminó en Ciudad Real, pero en ambas ocasiones, a los pocos días, Moro volvía a aparecer en el pueblo por su propia pata.
La única vecina del pueblo capaz de acercarse al animal durante varios años y alimentarlo fue la que por primera vez lo vio en un entierro de un familiar. Desde ese momento, lo acogió, por la compañía que en aquel momento tan duro le dio. El animal incluso se acercaba hasta la carretera y más de una vez lo encontraron sentado al borde de la misma, esperando. Al poco rato siempre aparecía por la misma un coche fúnebre.



Fueron 600 casos los que se contabilizaron que el perro Moro fue capaz de predecir, y siempre, hasta el último de sus días, acompañó hasta el último momento a cada uno de los vecinos de Fernán Núñez.
¿Poder extrasensorial? ¿lo que vulgarmente llamamos sexto sentido?, pero el de Moro es sólo uno de los muchos casos de animales en los que se ha constatado que tienen un instinto fuera de los común.

jueves, 7 de julio de 2016

Los fuegos de Laroya

LOS  FUEGOS  DE  LAROYA: EL FENÓMENO DE  LA  COMBUSTIÓN  ESPONTÁNEA  EN  UN  PUEBLO  DE  ALMERÍA

Uno de los casos mejor constatados sobre el extraño fenómeno de las combustiones espontáneas se produjo en el pueblo de Laroya, en la provincia de Almería. Una serie de incendios, aún no muy bien explicados, sembraron el miedo y el desconcierto entre los habitantes de este pueblo. El nombre de este pueblo tiene origen árabe y su significado puede interpretarse por el de hoya, accidente geográfico que indica enclave en hondonada.



El 16 de junio del año 1.945, sin que nadie supiera la causa, ardieron varias casas y enseres en los distintos domicilios de las gentes del pueblo. Uno de los primeros episodios tuvo lugar en las tierras del cortijo Pitango. La ropa de la niña María Martínez prendió de forma inexplicable cuando descansaba en su cama. Esa misma tarde, en el cortijo Francos ardió el trigo y algunos aperos de labranza.
Creyendo que lo que sucedía estaba siendo provocado por gente desaprensiva, durante los primeros días de los hechos se crearon grupos de vigilancia para capturar a los posibles pirómanos. Pronto se descubrió que el origen de todo aquello estaba provocado, según contaron testigos que vivieron aquellos momentos, por unas “bolas de luz blanca o azulada”, perfectamente visibles durante la noche. Surgían de la nada y flotaban en el aire con una intensidad inusitada.
Laroya no tenia en aquellos tiempos de posguerra, ni suministro eléctrico ni dispositivos de combustible o de productos químicos que pudieran explicar o provocar los sucesos que estaban ocurriendo. Durante más de dos meses aguantaron estoicamente aquellos almerienses, tensas jornadas de angustia, miedo e incertidumbre. La prensa de la época daba cuenta de más de cuatrocientos incendios constatados que nadie había podido prever ni evitar. Nada parecía quedarse exento del riesgo de terminar convertido en cenizas.
La guardia civil de Macael fue informada de lo acontecido. Muchos de sus miembros fueron testigos en repetidas ocasiones de los hechos denunciados. Uno de los oficiales, el teniente Antonio Arriba, vio como ardía su abrigo cuando iba a colgarlo en la percha de una de las viviendas que investigaba.





Cuando “los fuegos” se fueron extendiendo por la zona, la prensa nacional se hizo eco de la noticia. El Correo de Andalucia y el ABC incluirían en sus páginas extensos reportajes sobre el evento. Las autoridades se vieron obligadas a tomar cartas en el asunto y enviaron a varias delegaciones de científicos al lugar de lo sucedido para que lo estudiaran y pudieran dar una explicación que calmara los ánimos de la victimas. 
Las instituciones científicas más reconocidas intervinieron en las investigaciones. Podemos citar entre ellas el Centro Geofísico del Consejo Superior de Investigaciones Científicas con el doctor López Azcona Llorente y el meteorólogo Román Samaniegos, el Instituto Sismológico de Almería con el doctor José Rodríguez Navarro y el Servicio de Magnetismo y Electricidad Terrestre del Instituto Geográfico y Catastral. Como responsable de éste último estaba D. José Cubillo Fluiters, empeñado en demostrar que los fenómenos podían explicarse con los recursos que la ciencia tenía a su alcance. Con un complejo instrumental iba de un lado a otro haciendo mediciones y tomando nota de lo que observaba. Sin embarga, el escéptico científico tuvo que ver como todo el equipo ardía delante de sus ojos, sin que nada ni nadie pudiera evitarlo.
Don Jóse Cubillo, se marcho sin poder dar la razón de lo que allí estaba pasando. Sin embargo, en el informe oficial con fecha 30 de junio de ese mismo año, relaciona los motivos descartables:
no han sido originados por actividad volcánica, ni por trastornos geológicos que hayan dado lugar a desprendimiento de materiales de ignición … El origen de los incendios no se halla en manifestaciones internas ni en la superficie del terreno. Tampoco cabe achacar la causa a fenómenos eléctricos ni a la ionización de la atmósfera, ni en efectos térmicos de radiaciones solares. En resumen, no hay causa definida a lo que puede achacarse todos los sucesos ocurridos y debe descartarse, desde el primer momento, toda sospecha de que hayan sido provocados por la mano del hombre.”
Una vez emitido el informe oficial, lo único que parecía claro era que nadie podía explicar lo que estaba pasando en aquel pequeño municipio almeriense. Cuando la reiteración de los incendios dejó de ser noticia, los periódicos dejaron de hablar del acontecimiento, aunque las gentes del pueblo siguieron sufriendo sus consecuencias, durante mucho tiempo después.



El investigador Iker Jiménez Elizari pudo recoger varios relatos de algunos lugareños que aún recordaban detalles que vivieron durante el tiempo que duraron los fuegos. Según los testigos decía, “aquí dentro de la sierra – le confesó uno de los testigos – se vio también una figura rara. Nosotros le decíamos el niño, surgió de aquellos montes, de eso si que me acuerdo”.
Según describen, la figura de un niño que tenía aspecto cadavérico, pequeña estatura y emitía constantemente algo parecido a radiaciones o luces de alta intensidad. 
Cuentan que daba miedo verlo y que no se parecía a ningún ser humano normal conocido.”
Otra historia relacionada con estos sucesos es la de la familia de María Martínez Martínez, conocida como la niña de los fuegos. En varias ocasiones, esta vio como ardían sus ropas. Decidió suicidarse ingiriendo sosa cáustica, su hermano se ahorcará dentro del cortijo y su otra hermana, se precipitaría por un barranco, decidida a poner fin a sus días. Poco después de estas muertes, los llamados fuegos desaparecieron definitivamente, la superstición hizo que se relacionaran con la idea de que ellos fueran los que generaban los fuegos de forma mediumnica.
Como es sabido, estos fenómenos llamados de combustión espontanea se han podido constatar en distintas partes del mundo, son casos celebres la muerte en extrañas circunstancias de CorneliBandis. En Laroya volvieron a producirse en 1.950. Laroya actualmente es un pueblecito encantador, de gentes amables y hospitalarias, que inmerso en un paisaje de leyenda, cuentan todavía, con temor y asombro, una historia singular, de la que fueron protagonistas sus mayores.
Vinculados a estos sucesos se ceunta la leyenda de la maldición del moro Jamá. Pedro Amorós, en su libro Guía de la España misteriosa, investigó sobre ella y no  encontró en Laroya nada que justificara esa tradición. Es posible que tenga su origen en un proceso inquisitorial que tuvo lugar en el pueblo próximo Macael contra un vecino llamado Juan de Benavides. Asoció el fenómeno de los fuegos a señales dirigidas por Mahoma a los infieles cristianos. Fue llevado preso y sus bienes confiscados, ignorándose el castigo que le impusiera el santo Oficio, tanto si fue condenado a ser quemado en la hoguera o el destierro, es posible que Jamá maldijera a sus verdugos.

martes, 5 de julio de 2016

El poltergeist de Enfield

EL  POLTERGEIST  DE  ENFIELD

A finales de agosto del 1.977, la señora PeggyHarper, una divorciada de unos 40 años, acababa de acostar a sus cuatro hijos. Vivian en una casa adosada con tres dormitorios en el norte de la ciudad de Londres, concretamente en la humilde barriada de Enfield. Era casi de noche, cuando Janet de once años y su hermana Pete, de diez, se quejaron en mitad de la noche de que su cama no paraba de moverse, sacudiéndolos de arriba abajo. Tan pronto como la señora Harper acudió alarmada a la habitación de las niñas, los extraños fenómenos habían cesado.



La noche siguiente sobre las nueve y media de la noche, volvió a ocurrir algo que alarmo tanto a Janet como Pete, inmediatamente llamaron a su madre Peggy, habían escuchado unos fuertes ruidos, según decían la silla no paraba de moverse, así que Peggy se llevo la silla del dormitorio para tranquilizar a sus hijos, les dio una vez más las buenas noches y apago la luz, en ese instante ella también pudo escuchar esos extraños ruidos procedentes del suelo de la habitación.  Encendió la luz y observó que sus hijos estaban acostados en la cama y todos los muebles y objetos estaban en orden. Peggyvolvió a apagar la luz, y el extraño ruido comenzó una vez más, oyeron resonando por todas partes de la casa cuatro fuertes golpes, al encender la luz de nuevo la señora Harper observó asombrada que un pesado baúl que había sido utilizado para la mudanza estaba desplazado unos metros de su sitio, fue entonces cuando supo que no eran sus hijos los que producían, al menos físicamente, esos fuertes ruidos. Seguidamente la señora Harperempujó el baúl contra la pared y al girarse para salir de la habitación el baúl volvió a moverse quedando exactamente en la posición anterior. Esta segunda vez ocurrió mientras estaban presentes y con la luz encendida, era imposible que hubiera podido moverse solo.






La señora Harper recuerda horrorizada el miedo en los niños, sus gritos desesperados por salir de sus camas e ir abajo. Viendo que las luces de los vecinos estaban encendidas, la señora Harper, todavía con ropa de cama llamó a la puerta de al lado para que sus vecinos le ayudaran a registrar la casa y el jardín pero no encontraron a nadie. Pero instantes después también oyeron los golpes en las paredes que se repetían durante cortos intervalos. A las once de la noche llamaron a la policía, ellos también pudieron escuchar los golpes, un oficial incluso decía que una silla se movía inexplicablemente por toda la casa y firmaron posteriormente una declaración escrita para confirmar los acontecimientos. Al día siguiente los fenómenos continuaron, se pudieron ver juguetes volar por la habitación de los niños. Estos sucesos se convirtieron en tónica habitual durante los siguientes tres días, parecía que nadie les podía ayudar, entonces, la señora Harper y sus vecinos fueron con la prensa. El Daily Mirror envió a un veterano redactor, George Fallows, aun fotógrafo, Graham Morris, y a un reportero, Douglas Bence, después de estar en el interior de la casa durante varias horas no sucedió nada, parecía que todo había cesado, los reporteros decidieron marcharse y cuando casi estaban en el coche los llamaron, y al regresar a la vivienda pudieron observarpersonalmente el fenómeno, un ladrillo de lego golpeó en la frente del fotógrafo mientras intentaba tomar una instantánea.
Más adelante, cuando el fotógrafo reveló la fotografía notó que tenía un inexplicable agujero y que el ladrillo volador que le golpeó no podía ser visto por nadie. Fue entonces cuando George Fallows llamó al SPR (sociedad para la investigación psíquica), inmediatamente llamarón a Maurice Grosse, uno de los miembros residente en la zona norte de Londres.
El 5 de setiembre, una semana después de comenzar los fenómenos, Grosse llegó a la casa, pero durante los días siguientes no ocurrió nada fuera de lo común. Entonces el 8 de setiembre, mientras que Grosse y los periodistas vigilaban la casa expectantes, algo ocurrió, fue entre las diez y las once de la noche, oyeron un fuerte golpe en la habitación de Janet. Al subir descubrieron que la silla de la habitación estaba suspendida en el aire a un medio metro del suelo, janet se encontraba dormida. Pero una hora más tarde volvió a suceder y esta vez el fotógrafo Morris estaba preparado y capturó el acontecimiento en su película. Grosseexperimento en ese momento varios sucesos paranormales, vio como las puertas se abrieron solas, sintió una fría brisa que recorría su cuerpo y uno de los juguetes voló sin que nadie los lanzara.
El 10 de setiembre, el caso del poltergeist de Enfieldsalió en la primera página del periódico Daily, pronto la radio LBC de Londres se hizo eco de la noticia y esa misma tarde, Grosse, la señora Harper y sus vecinos participaron en un programa de TV.
Los fenómenos continuaron, había interferencias en los sistemas eléctricos de la casa, los objetos desaparecían y aparecían inexplicablemente horas después, las grabaciones de los reporteros de la BBC se borraban misteriosamente, una cámara de infrarrojos instalada en secreto en el dormitorio apareció completamente averiada. Grosse pronto se unió a la investigación con el escritor Lyon Playfair y los dos pasaron los siguientes dos años estudiando el caso, hasta que finalmente los sucesos cesaron. Durante este tiempo que el fenómeno se mostro, los golpes en las paredes y suelo de la vivienda se convirtieron en habituales cada día, los muebles se movían y eran lanzados escaleras abajo, los cajones de los muebles salían disparados, los juguetes y otros objetos volaban por la habitación, misteriosos charcos de agua se encontraban en el dormitorio, surgían de la nada brotes de fuego que se extinguían inexplicablemente sin dejar rastro de quemaduras, cortinas que se retorcían como si fueran sacudidas por el viento cuando todas las puertas y ventanas de la casa se encontraban cerradas, incluso sucedieron casos de levitación humana. Janet aseguraba haber sido tomada y arrojada al aire por una entidad invisible (esto está atestiguado por los vecinos).
Ambas muchachas decían que la fuerza invisible las sacaba de la cama y Janet aseguró que la cortina del lado de su cama se retorcía varias veces en espiral y se le arrollaba en el cuello intentando estrangularla, esto fue confirmado por su madre que fue testigo del suceso más de una vez.
Uno de los fenómenos que más sorprendió a los investigadores fue una voz extraordinaria, áspera y masculina que salía de la garganta de Janet, ésta decía que en esos momentos no ejercía ningún control sobre su propia voz y entraba en trance. La voz decía que pertenecía a varias identidades y hablaba a menudo en lenguaje obsceno. 
Una de estas identidades aseguraba que había muerto en esa misma casa. Esta era la única voz que podían verificar, la conclusión fue que se trataba de un hombre que había muerto años atrás en esa misma casa, y de este acontecimiento no sabían nada ningún miembro de los Harpers. Continuando con su afán por buscar ayuda llegaron psiquiatras y doctores locales para estudiar a Janet y saber si padecía alguna enfermedad mental, tenía una segunda personalidad o quizás había realmente una entidad paranormal. Maurice Grosse comento a los especialistas sobre la sospecha de que esas extrañas voces no parecían pertenecer al espectro vocal de Janet, pero estos le contestaron que todos tenemos un segundo registro de voz que si se entrena adecuadamente podemos llegar a utilizarlo, pero para producir una voz tan grave y profunda, como la que producía Janet, el proceso podría llegar a ser muy costoso y doloroso. Esta teoría pronto fue sostenida por una grabación de la voz con un laringógrafo (los patrones de los registros dejaban ver las frecuencias de las ondas que pasaban a través de la laringe). Sin embrago para producir esta profunda y grave voz durante tan largo periodo de tiempo naturalmente debería tener consecuencias en la voz normal de Janet, pero la voz de la niña no parecía afectada en absoluto.
Grosse concluía que la misteriosa fuente de actividad del poltergeist parecía tener inteligencia, puesto que obtenía respuestas a preguntas simples (tal como ocurrió en la casa de las hermanas Fox) mediante golpes secos o raps, un golpe seco para contestar con un no y tres para contestar con un si. Durante una de las sesiones, Grosse preguntó cuántos años había vivido la supuesta entidad en la casa, la contestación llegó a 53 raps.
Janet pasó seis semanas en Maudsley Hospital de Londres Sur donde experimentó pruebas precisas para detectar cualquier anomalía tanto física como mental, pero no se encontró nada y durante ese tiempo la actividad poltergeist de la casa cesó completamente.
Expertos como el profesor Hasted, jefe del departamento de física de la universidad de Birkbecky varios investigadores más del SPR concluyeron al final que toda la supuesta actividad paranormal era fruto del engaño de Janet.
Una cámara de video puesta en secreto en el dormitorio filmó a Janet doblando cucharas e intentando doblar una barra de hierro con las manos. Ella fue también vista saltando de arriba abajo sobre la cama, de donde ella diría más tarde que fue lanzada.
A pesar de cómo concluyó este caso, allí parece haber fuertes pruebas que concluyen que los fenómenos iníciales que acontecieron en la casa eran genuinamente paranormales…

martes, 14 de junio de 2016

Los suicidas de Terrassa

LOS SUICIDAS DE TERRASSA

Últimamente edificios oficiales y hospitales abandonados se han puesto de moda, los investigadores del misterio se acercan a estos lugares marcados por la tragedia para buscar respuestas a estos fenómenos desconocidos e inexplicables para la ciencia. No cabe duda que existe una relación entre estos determinados fenómenos paranormales y los lugares que arrastran muerte, dolor y sufrimiento. Quizá este sea el motivo por el cual los investigadores de estos fenómenos nos empeñamos en visitar lugares como hospitales o antiguos edificios repletos de ese extraño alo de misterio, sin embargo existen otro tipo de lugares donde la tragedia también está presente, porque pasan desapercibido por su falta de concurrencia, ya que suelen estar aislados o en zonas donde está cortado, como es el caso que nos ocupa este articulo.







El antiguo apeadero de Torrebonica, está a unos pocos kilómetros de Terrassa, es conocido dentro de la ufología y parapsicología por un extraño suicidio que ocurrió un 20 de Junio del 1.972, donde dos ufólogos, Juan Turó Valles y José Felix RodriguezMontero, decidieron supuestamente atentar contra su vida tumbándose en ese tramo de vía para que el tren acabara con su vida. Esta trama no se ha llegado a esclarecer del todo, ya que existen teorías alternativas al suicidio, como la posibilidad de que pudiera tratarse de un asesinato ya que indicios en el lugar de lo ocurrido parecen indicar esta posibilidad, sin embargo el caso se cerró catalogándose como suicidio. 



Este acontecimiento marco un hito en la ufología española, que tiempo después el director de cine Oscar Aibar, llevo a la gran pantalla esta historia truculenta con el nombre de “Platillos volantes”donde se mezcla la ufología, la política y el estado mental de uno de los personajes obsesionados por el tema de los ovnis.
Los hechos aquel 20 de junio del año 1.972 sucedieron así según la crónica de la investigación. Alrededor de las seis de la mañana, un operario de la estación, hoy abandonada, de Torrebonica, se aproxima al lateral de la vía después de encontrar un bulto sospechoso. Al caminar unos pasos se da cuenta de que es un hombre que esta decapitado y que unos dos metros más adelante hay otra persona también decapitada, ambos sujetos tienen una nota en la que se puede leer, “los extraterrestres nos llaman, pertenecemos al infinito…”
Pero, ¿Quiénes eran estos individuos? ¿Por qué había decidido acabar con su vida de esa forma? ¿Por qué en ese lugar? ¿Y por qué esa nota? Un cumulo de preguntas que intentaremos ponerle respuesta.
Uno de esos cuerpos era el de Juan Turo Vallés, un joven de 21 años de edad. El otro era José FelixRodriguez Montero, de 47 años de edad. Los dos eran ufólogos y lo más sorprendente amigos de tan solo tres semanas. Cada uno, en sus respectivas casas, disponían de una amplia biblioteca y lo más asombroso era que al llegar la policía a ambas casas se encontraron notas en las que decían que donaban sus respectivas bibliotecas al grupo, a qué grupo se referían.
Se cree que el detonante de esta decisión pudo ser la experiencia que tuvo José Felix RodriguezMontero cuando visito Tivisa, zona de supuesta aparición ovni. Esta experiencia pudo ser la causante para tomar esta decisión junto a Juan Turo Vallés. 
Pero también hay una serie de preguntas que la investigación no calibro antes de cerrarla, como pudo ser la nota que apareció junto a los cuerpos y que extrañamente con el atropello del tren no volólejos de la escena del supuesto suicidio. ¿Pudo ser un asesinato? Eso nunca lo sabremos. Estamos hablando de una época, principios de los años setenta, en que el fenómeno ovni estaba en auge, y no era muy bien visto por los gobernantes de la época.  A día de hoy, todavía se manejan estas dos hipótesis.


lunes, 9 de mayo de 2016

Las misteriosas pinturas del Tassili

LAS MISTERIOSAS PINTURAS DE TASSILI

Actualmente hay pocos lugares conocidos del mundo antiguo que esconden tantas incógnitas y provocan un gran estimulo a la imaginación. Testigo de una edad remota que traspaso la barrera del tiempo para expresarse  como un libro escrito en la pared de piedra, por un ser anónimo del universo.
El Tassili es una pieza única de la arqueología más inquietante y reveladora sobre los posibles orígenes de nuestra civilización. Situadas a unos 1.800 metros sobre el nivel del mar, en la meseta argelina de Jabbaren, que casualmente significa “Los Gigantes” en lengua Bereber, el corazón del Tassili, según los arqueólogos estas pinturas están datadas entre  el 10.000 a 15.000 años aproximadamente, aunque un gran número de arqueólogos e investigadores creen que aún podrían ser más antiguas.




Expuestos los cabezas redondas, seres gigantes, impresionantes figuras antropomorfas, exóticas y algunos desconocidos animales, escenas de caza y domesticación… Seres de otros mundos con trajes extraños, parecidos a los astronautas de nuestra era pero hace quince milenios, junto con escenas familiares y cotidianas. Distintas huellas de diferentes comunidades primitivas, sin que sea esa afirmación  en tono despectivo, que usaron las paredes sagradas de piedra y el arte como camino de comunicación y de expresión hacia ellos mismos y porque no decirlo, hacía otros mundos.
En Tassili, sobre las rocas del desierto saharaui, los hombres del neolítico, nuestros antepasados, dibujaron sorprendentes figuras en forma de humanoides que extrañamente parecen astronautas, y la pregunta que nos hacemos ¿Por qué?




“Con cabeza en forma de tulipán y cuerpo de reloj de arena, estas figuras parecen provenir de otro planeta más que de otra época” es lo que afirmó David Coulson, de la revista NationalGeographic, cuando se encontró ante las figuras antropomorfas pintadas del Tassili. Su objetivo era fotografiarlas al detalle una a una. Entre foto y foto no podía dejar de observar el aspecto de aquellas imágenes policromadas y suavemente trazadas sobre ese lienzo que era la roca. Era impactante, tanto que se vio en la obligación de aceptar que era lógico que muchos estudiosos hubieran identificado a aquellos humanoides cono marcianos procedentes de lejanos mundos.
Probablemente son unas de las pinturas prehistóricas más inquietantes del planeta, y hay razones suficientes para afirmarlo, si partimos de la base que estas pinturas son realistas, no cabe ninguna duda que los que quienes las inspiraron tuvieron que ser semejantes a como están pintados.
Tassili, esta gran isla de piedra en medio de este mar de arena que es el Sahara, y un día, hace ocho mil años aproximadamente, y desde entonces hasta hace dos mil quinientos, fecha de la que datan los arqueólogos las más recientes obras pictóricas, estas piedras comenzaron a convertirse en el mural sobre el cual aquellos hombres, que aún no conocían la civilización, plasmaron el aspecto de unos seres cuya identidad sigue siendo un misterio para nosotros.
Hoy es un mundo seco y árido, difícil para la vida, pero en aquella época y hasta hace 4.000 años, el Tassili fue un auténtico vergel.
Las primeras noticias que hacían referencia a este extraordinario “museo” se conocieron en Europa en los años de la primera guerra, difundidas por asombrosos oficiales de la Legión Extranjera los cuales se había aventurado hasta regiones situadas a mas de 1.400 kilómetros de Argel. Las pinturas fueron descubiertas en 1.934 en el cauce del río Djerat, actualmente completamente seco. Fue un oficial francés, el teniente Brenans, comandante del puesto en  el que se aposentaban las tropas militares a cuyas filas pertenecía, eran los tiempos de la ocupación francesa de Argelia, quién las descubrió mientras inspeccionaba los oasis del lugar. Ante el apareció aquel majestuoso conjunto de cientos de figuras perfectamente pintadas. Encontró también representaciones de hipopótamos, elefantes, y cocodrilos y demás fauna.
Todas estas pinturas eran de un realismo que impresionaba, Brenans quedó fascinado ante ellas. Acudió presto al campamento, desde donde dio buena cuenta de su hallazgo al antropólogo Henri Lothe. Este fue el comienzo de una larga aventura para el científico francés, que viajo hasta el lugar en diferentes ocasiones clasificando una a una, con un gran esmero y detalle, todas aquellas pinturas. Dos décadas después, el antropólogo acabó su trabajo. 
Luego de los primeros comentarios y especulaciones en torno al suceso, transcurrieron varios años hasta que un reducido grupo de especialistas en cuestiones saharianas efectuaron una breve e incompleta recorrido por las zonas abruptas del Tassili, verdadero reino de la desolación y el silencio. La guerra frustró cualquier intento serio de investigación y la expedición retorno a prestar servicio en las Fuerzas Armadas francesas. Entre ellos se encontraba Lothe, un personaje singular por su pasión por el desierto.
Huérfano desde niño comenzó a trabajar a los catorce años y después de incontables esfuerzos, un grave accidente malogró su carrera de aviador militar. A los veinte años buscó la manera de entrar en el desierto y después de varios intentos encontró una insólita salida. El director de los territorios del sur le ofreció unos dos mil francos para combatir la langosta en el desierto, con esta cantidad Lothe, compro un camello, algunos libros sobre la langosta y tomo camino al desierto desconociendo los peligros que le podrían aguardar en ese océano de arena. Allí pasó tres años alejado de la civilización, recorrió el Sahara en varios sentidos en viajes que sumaron más de 80.000 kilómetros y entablo amistad con los tuaregs, que pueblan la región de los ríos secos en el macizo del Ahaggar. Por su conocimiento del desierto y de los grupos sociales nativos, la Sorbona lo premio con un doctorado, estimulado por dicha distinción y cuando se aprestaba para organizar una expedición para rescatar de la piedra las enigmáticas pinturas de los dioses del Tassili, estallo la segunda guerra.
Ya en servicio, una lesión en la columna redujo a Lothe a un lecho de invalido donde permaneció diez años, el destino volvía a interponerse entre él y su sueño de trasladar al papel aquel tesoro del arte arcaico que había podido admirar durante sus exploraciones en el corazón del Sahara.
A comienzos del 1.956 y después de obtener la ayuda del gobierno galo y de diversas entidades científicas pudo al fin organizar la expedición. No solo el viaje, sino también la permanencia en esas regiones de aridez implacable donde gran número de desfiladeros jamás habían sido hallados por el hombre, hacían presagiar toda clase de peligros. Pero Lothe había tenido que postergar varias veces su deseo, como para retroceder ante el peligro.
En febrero el equipo de Lothe se pone en marcha hacia lo descocido, treinta camellos, un guía tureg, dos auxiliares y los especialistas; George Le Poitevian, pintor apasionado por el mar y el Sahara; Claude Guichard minucioso fresquista; Jacques Vilet, alumno de la escuela de Artes Aplicadas; Phillippe Letellier fotógrafo y cineasta de la misión y finalmente Irene Montandon diplomada en legua beréber, que vivía entre los tuaregs y que participaría tres meses en la expedición.
Las jornadas son agotadoras, partiendo de Yanetcomienzan los desfiladeros de montaña, situada a más de 700 metros de altura la meseta del Tassili, según el propio Lothe así describía esta escalada “ Las bestias tienen cortado el aliento por el esfuerzo, la rampa es cada vez más empinada y la mole de pedruscos se va haciendo más importante, algunos camellos se desploman bajo la carga que cae rodando torrontera abajo, los hombres deben acudir a todas partes. En los guijarros se perciben huellas de sangre, pues sin excepción todos tienen despellejadas las patas y se han dañado las pezuñas en las aristas cortantes de las rocas. El animal que lleva las grandes cajas con los tableros de dibujo acaba de desplomarse bajo su carga que ha dado contra una peña y está claro que jamás podrá incorporarse. Mando sacar los tableros y tomo la decisión de que nos los carguemos al hombro. Cada uno recibe su parte y aquí comienza el calvario para todos, pues aún no se divisa la cima y el sendero se encrespa más y más bajo nuestros pies.”
Finalmente se cumple la hazaña y en plena meseta de arenisca cada día reserva sorpresas, ciudadelas rocosas, cuevas, acantilados. Gran parte de este terreno donde están dispersas las cuevas se asemeja a un alucinante paisaje lunar, pero Lothe ha llegado a su meta y comienza el trabajo sistemático de calco y coloreado.
En cada vuelta del laberinto aparecen nuevas colecciones del arte parietal, en general son muy raras todas estas pinturas planas. Las grandes escenas, los cazadores, los arqueros, las gacelas diminutas o los dioses descomunales y amenazadores se encuentran en superficies cóncavas o convexas. Para poder calcarlas centímetro a centímetro, es precios permanecer de rodillas o tendido de espaldas en agostas salientes de rocas.
De esta forma se registraron cientos de paredes, “estábamos literalmente trastornados por la variedad de estilos y de temas superpuestos, nos toco enfrentarnos con el mayor museo de arte prehistórico existente en el mundo y con imágenes arcaicas de gran calidad pertenecientes a una escuela desconocida hasta el presente” según Lothe.
Después de estudiar las regiones de Tan-Zumaitak y Tamir, el equipo de Lothe se dirigió al pequeño macizo de Yebbaren, “cuando veas Yabbaren te quedaras estupefacto” comento Lothe a su compañero Brenans. Y así fue en realidad, Yebbarenque en el idioma de los tuaregs significa, los gigantes, que se distinguen por las presuntas representaciones humanas, gigantescas y desconcertantes. “Cuando nos encontramos entre las cúpulas de areniscas que se parecen a las aldeas negras de chozas redondas – dice Lothe – no pudimos reprimir un gesto de admiración. El conjunto constituye una verdadera ciudad, con sus callejas, sus encrucijadas, sus plazas; y todas las paredes están cubiertas con pinturas de los más diversos estilos, aunque sobresalen los “dioses de cabeza redonda”, frescos de gran tamaño pintados en los tiempos prehistóricos, entre los 7.000 y 8.000 años antes de Cristo.”
Se trataba de una serie de grabados de seres de gran estatura que aparecen representados en varias escenas junto a cazadores del neolítico, estos últimos, frente a aquellos, eran mucho más bajos. Y aquellos, frente a estos, parecían estar protegidos por armazones que se asemejan a auténticos trajes de astronautas.
Los expertos dicen que los cazadores que aparecen en las escenas presentan, al igual que los animales, un marcado carácter realista, bajo este prisma, habría que pensar lo mismo a propósito de los peculiares humanoides, que serían en realidad tal cual los pintaron.
Una de las figuras, de seis metros de altura fue bautizada como “el gran dios marciano”la imagen se convirtió desde ese preciso momento, en uno de los iconos más representativitos de lo que podrían haber sido visitas de seres de otros mundos en el pasado. Estos grabados son como algo así como libros de historia que reflejan hechos singulares a los que nuestros ancestros habían asistid, y de entre todos los hechos, aquél fue o debió ser, sin ninguna duda, el más excepcional.
El mismo Lothe después de observar al gran dios de seis metros de alto pintado ene le techo de un abrigo profundo, escribió, “hay que retroceder un tanto para verlo en conjunto. El perfil es simple, y la cabeza redonda y sin más detalles que un doble óvalo en mitad de la cara, recuerda la imagen que comúnmente nos forjamos de un ser de otro planeta.  Los marcianos abundan en Yebbaren y hemos podido trasladar no pocos frescos espléndidos referentes a su estancia”. 
Brenans había señalado algunos pero las mejores piezas le habían pasado por alto pues son prácticamente invisibles y para volverlas a la luz había sido menester un buen lavado de las paredes con esponja.
Entre estos descubrimientos aparece un gran fresco cuya figura central es el “dios astronauta” al que Lothe considera representante de un periodo algo anterior (cabezas redondas evolucionadas) al del “dios marciano” (cabezas redondas decadentes). Sin embargo, los presuntos “cosmonautas” se repiten también en Azyefú, en Ti-n-Tazafif y en Sefar. En Ananguat, dentro de un fresco de estilos diversos se observa un extraño personaje a que con los brazos tendidos hacia delante sale de un curioso ovoide. Al respecto, Lothe ha escrito lo siguiente al describir el fresco, “más abajo, otro hombre emerge de un ovoide con círculos concéntricos que recuerda un huevo… Toda prudencia es poca para interpretar semejante escena, ya que nos hallamos ante unos temas pictóricos sin precedentes.”


Estas palabras del célebre explorador que rescató el patrimonio artístico de desconocidos hombres prehistóricos, señalan con exactitud los términos en que se haya planteado el enigma de muchos frescos del Tassili. Cualquier afirmación puede ser aventurada, a día de hoy, no existe otra explicación para las pinturas del Tassili, representaban a alguien, pero falta saber a quién.
Las más recientes investigaciones inciden en lo ya señalado. Pierre Colombel, director del departamento de prehistoria del Museo del Hombre de Paris, es quien, en la actualidad trata de resolver el enigma. Sus conclusiones, a día de hoy, es inequívoca, “aquellos hombres de enorme estatura y cubiertos con monos y escafandras son divinidades y criaturas que para los antiguos habitantes del Sahara eran auténticos dioses.”
Tassili seguirá siendo objeto de estudio, de hecho, estas pinturas además de poder constituir una prueba de la visita de seres de otros mundos en el pasado, los estudios han puesto al descubierto una serie de grafías que pudieran representar los primeros signos pertenecientes a un antiquísimo lenguaje y escritura. De confirmarse, habría que empezar a pensar que aquellos hombres tuvieron acceso a una serie de conocimiento que les llevaron a elaborar lo que pudo haber sido la primera escritura. Entonces, podríamos pensar una increíble posibilidad; ¿se la revelaron sus dioses con aspecto de cosmonauta?.
Para el hombre actual, el Sahara es un inmenso desierto, de diez millones de kilómetros cuadrados, un hábitat extremo, una región desolada, un entorno hostil, donde la supervivencia es un reto. Este nuevo artículo nos ha permitido retroceder en el tiempo y descubrir que el Sahara no siempre fue así.


lunes, 2 de mayo de 2016

El humanoide de Zafra

EL HUMANOIDE DE ZAFRA

Este encuentro con el misterio sucedió en la madrugada del uno de abril de 2012, Carlos “Charly” Rivera, el que fuera bajista del popular grupo de rock cordobés Medina Azahara volvía a Córdoba tras un concierto en Madroñera, Cáceres. Iba acompañado en la furgoneta por dos componentes del equipo técnico. 
En torno a las cuatro y media de la madrugadacirculando por la N-432, a unos 15 kilómetros aproximadamente del pueblo de Zafra, con la carretera solitaria a esas horas, iban tranquilos, hablando, cuando de repente, en mitad de la oscuridad de la noche, divisaron como desde el arcén derecho de la nacional a pocos metros del vehículo apareció lo absurdo, surge alguien, el conductor asustado da un volantazo para no atropellarlo.
En un principio pensaron que podría tratarse de alguna persona accidentada que necesitara ayuda, pues se acercaba hacía la furgoneta tambaleándose, pero al observarlo más de cerca quedaron perplejos, un extraño ser que no parecía de este mundo se dirigía hacia ellos, asustados no paran, pasan despacio junto a la extraña figura  siguiéndola con la mirada. 



Era un ser extremadamente delgado y de una gran estatura, aproximadamente sobre unos dos metros de alto, que se dirigía a ellos tambaleándose, tenía una cara cadavérica con una enorme boca de tamaño extrañamente desproporcionada, parecía como si su mandíbula inferior estuviese desencajada, sus ojos eran de un brillante extraño, un brillante amarillento y en el cuello llevaba algo grueso, como una especie de flotador, con la cabeza realizaba movimientos en circulo como quién realizada estiramientos para relajar esa zona. Llevaba un traje blanco, como si fuera un uniforme que reflejaba los faros de la furgoneta y llevaba la cabeza cubierta por una especie de capucha.
Las palabras de Charly en una entrevista que concedió posteriormente fueron muy concisas:
“Vi una especie de persona o algo parecido, no sé que era, pero nos quedamos mirándole fijamente hasta que estuvimos a menos de un metro de él.
Sea lo que sea lo que vimos, yo no quiero volver a verlo, infunde terror, no quiero volver a verlo en mi vida.”
Cuando hubieron sobrepasado al humanoide, charlyse quedó perplejo mirando por el espejo retrovisor y vio como desaparecía por el arcén, de la misma forma que se había manifestado.
¿Qué era aquel ser? Y lo que quizás sea más importante ¿Qué quería de ellos?

martes, 19 de abril de 2016

La quimera de Arezzo


LA MAGESTUOSA QUIMERA DE AREZZO
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La Quimera de Arezoo es una de esas obras de arte a las que siempre les ha seguido una gran controversia. Por una parte su datación, ya que algunos investigadores afirman que es etrusca mientras otros creen que es helenística. Por otro esta su interpretación y por último el significado de la inscripción que aparece en ella.
Esta pieza fue encontrada junto a la muralla de la ciudad de Arezzo en 1.953. Cosme de Medici se enamoró de ella y la tuvo expuesta en el Palazzio Vecchio. Curiosamente el mismo te encargaría de limpiarla.
Pero, ¿qué es una Quimera? En la antigüedad este nombre denominaba al monstruo mitológico que según cuenta la leyenda vomitaba llamas y tenía cabeza de león, vientre de cabra y cola de dragón.
Se trata de una pieza impresionante de bronce, de unos 80 cm de alto. Está formada por tres seres, como hemos explicado anteriormente, un león, una cabra que le sale del lomo y una cola de serpiente aunque esta última es una restauración del siglo XVII porque no fue encontrada en el mismo momento que el resto de la obra. Se cree, además, que la escultura pertenecía a un grupo mayor, con más personajes, ya que como se puede observar la cabeza de la cabra presenta una herida en el cuello.



Según cuenta la mitología que Belerofonte, montado a lomos de Pegaso, tras el beneplácito de la diosa Atenea, mató a la Quimera hiriéndola en el cuello de la cabeza de la cabra con su lanza después de haberla gran cantidad de flechas. Otra historia cuenta que Belerofonte introdujo su lanza entre las fauces de la bestia que fundió la punta debido al fuego que salía de su boca. Se tragó entonces la punta de la lanza y esta se clavo en sus órganos internos provocándole la muerte.



Como se puede apreciar en esta obra, el artista captó el tremendo terror que provocaba este ser mitológico. Este monstruo destrozaba los campos y devoraba el ganado de Lycia, actual Turquía, y fue su rey Lobates quién solicitó la ayuda del héroe.
Según la leyenda, Quimera era hija de Tifón y Equidna y curiosamente madre del León de Nemea al cual venció Hércules en uno de sus trabajos.
También hay que tener en cuenta a la hora de describir a Quimera que según los autores clásicos que tomemos podremos encontrar varias descripciones de este ser, algunos autores la describen con cuerpo de cabra, con cuartos traseros de serpiente o dragón y cabeza de león, otros en cambio que tenía tres cabezas, una de león, otra de macho cabrío que le salía del lomo y una última de dragón que hacía de cola, una tercera descripción además decía que vomitaba fuego por una o varias cabezas.




La Quimera de Arezoo presenta en su pata derecha delantera una inscripción sobre la que, como sucede en estos casos, se ha especulado mucho sobre su significado. Parece que finalmente se ha aceptado que pone TINSCVIL cuya traducción sería “donado al dios Tinia” demostrando así que la Quimera era un elemento usado para venerar al dios etrusco del día, Tinia. Este dios era el equivalente al dios Júpiter en la mitología romana o a Zeus en la mitología griega, era dios de las rayos, las lanzas y los centros y en este caso Tinia e el plural, su singular es Tin o Tins que significa tiempo, y se considera que era un dios que gobernaba el paso del tiempo.
Es una escultura fascinante a la vez que espeluznante, llena de enigmas y misterios, pero todo ello la hace preciosa al mismo tiempo y digna de admirar.










sábado, 2 de abril de 2016

Caso OVNI de Valladolid

El encuentro cercano en cuestión se resume de la siguiente forma:

17 de julio de 1975, 18:30 horas. Lugar: Pedrosa del Rey (Valladolid, ESPAÑA)

Emiliano Velasco (49 años) se hallaba arando una parcela con su tractor, cuando escuchó un fuerte zumbido. Sin prestar demasiada atención, poco después observó la  presencia, a unos 20 m de él, de un extraño objeto que se hallaba flotando a 0,50-0,70 m sobre el terreno. Este artefacto presentaba una parte central cilíndrica con un “sombrero” encima y una base en forma de “V”, además  de dos ventanas y una especie de antenas. El objeto presentaba una luminosidad plateada, y tenía de 2,5 a 3 m de altura y unos 2,5 m de anchura. Mientras Emiliano continuaba su labor, el objeto, acompañado del zumbido que emitía, daba vueltas alrededor del tractor acercándose cada vez más, a la vez que la potencia del tractor parecía disminuir. En un determinado momento, cuando el artefacto se hallaba a unos 3 m de Emiliano, emitió una potente luz cegando momentáneamente al testigo. Posteriormente, tras un segundo fogonazo acompañado de un silbido, el hombre vio la perforación provocada en uno de los cristales de su tractor. Fue en ese momento, cuando muy asustado, Emiliano abandonó el lugar con su tractor, al tiempo que éste recuperaba su potencia al alejarse del sitio. El suceso duró alrededor de 30 minutos.




Existen testigos que declararon haber visto un extraño objeto elevarse de aquel lugar la tarde anterior al día del suceso. Por otro lado, durante sus investigaciones, el Grupo Charles Fort, con el Padre Antonio Felices a la cabeza, realizó pruebas sobre un cristal similar con la bala estándar más pequeña del mercado (calibre 22), comprobando que el orificio resultante era de 2 cm frente a los 5 mm que presentaba el cristal del tractor.




Es importante reseñar que a partir de este encuentro, Emiliano Velasco cambió su carácter, y le fue diagnosticada sordera, una pérdida de visión y hemiplejia izquierda (parálisis de una parte del cuerpo). Finalmente, murió en 1978 debido a complicaciones ocasionadas por un tumor cerebral.




jueves, 17 de marzo de 2016

El misterio del mapa de Piri Reis

EL MISTERIO DEL MAPA DE PIRI REIS

Continuamos con la serie de objetos arqueológicos difíciles de ubicar en la historia oficial. Esta vez, viajamos a Estambul para encontrarnos con el misterio del mapa de Piri Reis. Los investigadores han llegado a la conclusión de que solo podría haber sido realizado basándose con fotografías efectuadas desde el aire, ya que están hechas con una gran precisión y perfecto detalle.





El misterio comienza en 1.929, se estaba llevando a cabo una rehabilitación en el palacio de Topkapi, cuando de repente se encontró un hallazgo que tendía una gran repercusión en el mundo de la arqueología: el mapa de Piri Reis.
El creador de este mapa fue el almirante de flota otomana Muhiddin Piri Ibn Haji Memmed, más conocido con el nombre de Piri Reis, cuya firma aparece en la misma carta náutica.



Este misterioso mapa entra dentro de una obra titulada Bahriye (sobre la navegación). Esta colección está compuesta de una serie de 210 mapas parciales que están fechados entre el 1.513 y el 1.528, están pintados sobre pergamino de gacela, y sus dimensiones son de 85 x 60 centímetros.
Otra curiosidad de estas cartas náuticas, es que en ellos aparecen dibujados los animales que habitan en cada lugar, así como los habitantes de las diferentes zonas.
En este controvertido mapa policromado datado del 1.513, aparece el contorno del océano Atlántico. En él aparecen dibujados con sorprendente precisión las costas de Europa, África y las Américas, con un conocimiento de la zona imposible de explicar en la época.
Piri Reis, no solo dibujo el contorno litoral de Sudamérica y la Antártida sino que tampoco paso por alto ríos ni montañas de un continente que todavía tardaría bastante en ser explorado, he ahí el misterio que envuelve este mapa.
Se ha de decir también, que la parte norteamericana del mapa está plagada de errores, al igual que la distribución del Caribe, donde hay errores en latitudes y líneas de costa que no encajan. En cambio, el litoral sudamericano oriental estaperfectamente perfilado, ¿Cómo puede ser?
Otro dato importante a tener en cuenta, es el conocimiento que se refleja sobre trigonometría esférica que es propia de siglos posteriores. Los investigadores que han estudiado el mapa llegaron a la conclusión de que esta carta náutica solo podría haber sido realizada basándose en fotografías aéreas, ya que está hecho con una gran precisión y perfecto detalle.
Hasta este momento, el origen del mapa de Piri Reis es totalmente un misterio, ya que las costas americanas habían sido descubiertas muy recientemente, y la Antártida aparece cartografiada con gran lujo de detalles. 
En este mapa también aparece otro gran misterio, el de la Antártida. El matemático griego Ptolomeo, creyó en un continente al que llamó Terra Australis, que según sus cálculos debía ser el contrapeso de la masa de la tierra del hemisferio norte. La creencia en la existencia de este continente impulsó al navegante británico James Cook a salir en su busca en 1.772.
Al año siguiente, alcanzó su objetivo, pero no pudo avistar tierra debido a la nieve y al hielo. El navegante Fabián Von Bellingshausen fue el primero en descubrir la masa de tierra de la Antártida en 1.819. El primer mapa de la Antártida se hizo esperar hasta las expediciones americanas DeepFreeze de mediados de la década de 1.950.
Pues bien, en el mapa de Piri Reis aparece el continente antártico perfectamente detallado, y estamos hablando del año 1.513. Los mapas de la Antártida llegan a ofrecer datos que a nosotros únicamente nos constan después de las expediciones antárticas que suecos, británicos y noruegos llevaron a cabo en 1.949 y 1.952.
Pero no solo es asombroso el hecho de que alguien conociera a fondo la existencia de la Antártida y su disposición milimétrica, hay otro aspecto inquietante. El continente aparece sin hielo, ¿Cómo puede ser eso posible? Se ha calculado que desde hace más de 6.000 años sus costas están congeladas. ¿De qué mapas sacó la referencia Piri Reis para trazar los suyos?
Hasta el momento no se han encontrado explicaciones a tal conocimiento cartográfico en una etapa tan temprana como fue la de Alejandro Magno. Es uno de estos misterios que seguirán en la sombra hasta que alguien le arroje un poco de luz.